¿En qué consiste realmente el trabajo del psicólogo? Mito vs realidad
La psicología es una ciencia sanitaria que se ha visto envuelta por una gran cantidad de rumores basados en prejuicios y en creencias falsas que han llevado a un número importante de personas a tener una idea equivocada de lo que en realidad supone el trabajo y las habilidades del psicólogo. En este post, planteo una serie de ideas que todos hemos escuchado (o dicho) alguna vez y que confunden cuál es la labor del psicólogo:

1. “La psicología es para los locos”.
Cuando se piensa en la psicología, nuestra mente viaja a ese psiquiátrico que en tantas películas hemos visto, en los que los pacientes viven atados con camisas de fuerza y pasan alterados por la medicación la mayor parte del tiempo. Pero es muy importante entender que el psicólogo no es para los locos, sino para toda aquella persona que sienta que hay algún tipo de dificultad que no le permite llevar su vida de forma adaptativa y funcional, independientemente de que haya algún trastorno o no. No es necesario tener una gran depresión para acudir en busca de ayuda, ¡La prevención es la mejor medicina!
2. “Los psicólogos nos leen la mente”.
Un psicólogo no es ningún adivino, no lee las cartas ni ve en el horóscopo qué es aquello que tenemos en la cabeza. El psicólogo es un profesional que necesita de la colaboración activa del paciente y de su confianza para poder analizar la información necesaria que ayude a dar un enfoque objetivo al problema y así poder elegir con el mayor acierto cuáles son las herramientas con las que solucionar las dificultades que estén en la base del malestar.
3. “No necesito ir al psicólogo para que me dé consejos”.
El trabajo del psicólogo no es dar consejos, para eso tenemos a la familia y los amigos. Un psicólogo es un profesional sanitario que basa su trabajo en métodos probados científicamente. La función que realiza el terapeuta podría asemejarse al de un copiloto de rally, guiando al paciente en su propio camino para que con su trabajo y habilidad salga por sí mismo de las circunstancias que lo hayan llevado a consulta. Guiar en el proceso de generación de objetivos y en el desarrollo de las estrategias para alcanzarlos son a grandes rasgos las misiones del psicólogo.
4. “Yo no creo en la psicología, con los medicamentos me va bien”.
En primer lugar, la psicología es una disciplina científica, por lo que no es una doctrina en la que haya que creer o no. Es como si al rompernos una pierna dijésemos que no creemos en la traumatología.
En cuanto al uso de los psicofármacos (medicamentos empleados para el tratamiento de los trastornos psicológicos como la depresión o la ansiedad), decir que son una forma de tratamiento que en muchos casos es necesaria como un componente del tratamiento, pero nunca como tratamiento único. En circunstancias en las que los niveles, por ejemplo de ansiedad, son muy elevados, es importante su uso porque contribuye a proporcionar un estado más adecuado en el que apoyar la terapia psicológica. Pero no debemos olvidar, que los problemas surgen como consecuencia de la existencia de pensamientos o conductas que son poco adaptativos, y si no trabajamos sobre ellos, el problema no desaparecerá aunque sí lo hagan sus síntomas por el efecto de las pastillas. La preguntas a responderse serían: ¿Quiero depender toda mi vida de una pastilla? ¿La medicación mantendrá su efecto si prolongo mucho el tratamiento? ¿Qué efectos perjudiciales puede tener sobre mi cuerpo el fármaco que estoy tomando? ¡Las respuestas a las mismas las dejo para otra publicación!